El consumo de productos alimentarios en 2002 ascendió a 66.242 millones de euros, según los datos del Panel de Consumo Alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura. Esa cifra supone un crecimiento del gasto del 7,8% en relación con el año anterior, mientras el volumen de productos vendidos aumentó un 1,9%. Se trata del quinto año consecutivo de crecimiento de la demanda. En 2001, el incremento fue del 1,5%. El aumento del consumo se produjo pese a que los precios de los productos alimenticios subieron un 5,8%, muy por encima de la inflación general, que fue del 4%.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, achacó el aumento de los precios a que los españoles comen cada vez mejor, consumen productos de mayor calidad y no les importa pagar más por ello. "Lo que se llama los costes hedonistas", dijo el ministro. La afirmación de Arias Cañete recuerda a cuando el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, señaló que los altos precios de las viviendas respondían a un mayor poder adquisitivo de los españoles.
Arias Cañete cree que los datos del Panel de Consumo Alimentario reflejan en conjunto la recuperación de la demada alimentaria. De los 66.242 millones de euros gastados en alimentación, las compras en los hogares ascendieron a 48.509 millones de euros (el 73,2%), con un crecimiento del 2,1% en volumen y 8,4% en el gasto. El gasto en alimentación por persona y año en los hogares en 2002 fue de 1.192 euros, un 8% más que en 2001. En hostelería y restauración, el gasto fue de 16.485 millones de euros, lo que significó un aumento del 1,5% en volumen y del 6% en valor.
En línea con años precedentes, se mantiene un fuerte crecimiento de productos como los platos preparados, cuya demanda aumentó el 16,6%. Igualmente han seguido en una línea alcista otros productos como las aguas minerales, las pastas, aceite de oliva, frutas y hortalizas, derivados lácteos, carnes, pan y bollería, zumos y vinos con denominación de origen. En la parte negativa se mantienen igualmente las caídas moderadas en la demanda de la leche líquida, huevos, bebidas refrescantes, legumbres, vinos de mesa, espumosos y los cavas. El titular de Agricultura destaca la recuperación total en la demanda de carnes de vacuno tras la crisis sufrida hace más de dos años por la enfermedad de las vacas locas. Igualmente, se considera muy importante el incremento de la demanda de aceites de oliva virgen frente al refinado y al descenso de las ventas de girasol.
De cada 100 euros que se gastan en alimentación, 24,9 corresponden a carnes; 13,4, a pescados; 12,1, a quesos y derivados lácteos; 10,2, a frutas, y 9,9, a hortalizas. Las grandes superficies son predominantes en las ventas totales, aunque es la tienda tradicional la que domina en productos frescos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003