Felipe González auguró ayer que en Irak va a fracasar el intento de establecer la "pax americana" en materia de seguridad internacional y criticó que su sucesor en la presidencia del Gobierno español, José María Aznar, haya reducido su papel en la crisis de Oriente Próximo al de "recadero" del presidente norteamericano. Esa es en su opinión una posición destinada a la irrelevancia, que ha liquidado la "credibilidad" de España en Latinoamerica, Europa y el Mediterráneo.
El panorama internacional descrito ayer por González a invitación de Tribuna Barcelona fue bastante pesimista. La victoria militar no asegura para nada que EE UU pueda ganar la paz, resumió. Si Israel no ha conseguido ganar la paz en Palestina, argumentó, ¿cómo va a construirla Estados Unidos en Irak?".
Pero las consecuencias de esta aventura son ya, entre otras, que la ONU "está herida de muerte". Que la OTAN y el vínculo transatántico "ha dejado de ser relevante" para Estados Unidos. Y que recomporner la Unión Europea tras su división en esta crisis "tardará mucho tiempo". En cualquier caso, aseguró González, los europeos sólo tendrán "algo que decir" en el panorama mundial "si están juntos y bien organizados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003