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Berlín reduce al 0,75% su previsión de crecimiento

El Gobierno alemán redujo ayer tímidamente su previsión de crecimiento para este año (del 1% al 0,75%), pero la simultánea publicación del índice de confianza empresarial Ifo para Alemania occidental -que cayó de 88,1 puntos en marzo a 86,6 en abril- confirmó que este recorte difícilmente será suficiente, según alertan muchos expertos.

La sorprendente caída de la confianza empresarial contrasta con lo que creían muchos analistas, quienes habían apostado por una recuperación tras el final de la guerra en Irak, y mantiene intacta la fuerte presión que tiene que soportar el Gobierno de coalición formado por socialdemócratas y verdes del canciller, Gerhard Schröder. El índice, elaborado mensualmente por el instituto de investigación económica Ifo con base en una encuesta entre 7.000 empresarios, es considerado como un indicador bastante fiable del futuro comportamiento de la economía alemana.

"La caída de Bagdad no ha tenido mayor efecto sobre el ánimo empresarial", sostuvo el economista jefe del Ifo, Gernot Nerb, quien explicó que un 60% de las encuestas se llevó a cabo después de la victoria aliada en Irak. Los investigadores comenzarán el próximo mes a indagar sobre los efectos que podría tener la neumonía asiática para una economía muy dependiente de las exportaciones como es la alemana.

Nerb, de todas formas, pidió "no dramatizar" el alcance del indicador y prefirió hablar de "cierto escepticismo" entre los empresarios alemanes. Al igual que otros institutos económicos, el Ifo cree que la actividad económica se volverá a acelerar lentamente a partir del segundo semestre del año.

Revisión a la baja

Esta perspectiva es también la que espera el ministro de Economía, Wolfgang Clement, que ayer dio a conocer que el Gobierno ya sólo prevé un crecimiento del 0,75% este año, un cuarto de punto porcentual por debajo del 1% en el que hasta ahora se basaban los cálculos presupuestarios. Este pronóstico contradice no sólo otras previsiones mucho más escépticas -la OCDE habla de un 0,3%, la Comisión Europea, de un 0,4%, y los institutos alemanes, de un 0,5%-, sino que también desestima las reservas del ministro de Finanzas, Hans Eichel, que hubiese preferido una reducción más severa, según informó ayer el Financial Times.

Eichel es quien tendrá que dar la cara en Bruselas cuando se constate que Alemania tampoco cumplirá este año con su compromiso de mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB. En días pasados, el ministro ya había concedido que la actual previsión de déficit (2,9%, vinculada a un hipotético crecimiento del 1%) ha dejado de ser realista.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003