"No se olviden quienes me difamaron que hace 16 meses estaba detenido, preso, injuriado y condenado sin un juicio". Para reforzar el valor de su victoria electoral, Carlos Menem recordó los tiempos difíciles que vivió en fechas no tan lejanas, cuando estuvo procesado y detenido por el escándalo de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Lo dijo el domingo por la noche acompañado de su esposa, Cecilia Bolocco, y la plana mayor de su candidatura.
No se respiraba un clima de euforia en el hotel Presidente de Buenos Aires, sede del menemismo, pese al ruido de los bombos de sus incondicionales. Menem se sentía ganador desde hacía días y repitió hasta el último minuto que no haría falta una segunda vuelta. "Habíamos hecho esa evaluación... Pero así son las cosas. Ganamos, eso es lo que importa", se limitó a comentar cuando los resultados oficiales indicaban de manera inapelable que los argentinos tendrán que volver a las urnas en tres semanas.
Para animar a sus seguidores, recuperó el triunfalismo al afirmar que "la segunda vuelta será un paso formal", porque él ya se considera "presidente". Se mostró magnánimo y dijo perdonar a quienes le "criticaron y difamaron", pero cambió de actitud cuando alguien le pregunto si había llamado a Néstor Kirchner para felicitarle por su pase a la segunda vuelta. "¿Por qué le voy a felicitar si perdió? Ni lo llamé ni tengo interés en llamarle", respondió. "He triunfado en todas las elecciones que he participado y volveré a triunfar", dijo, antes de despedirse con un proverbio árabe que dice: "Si ocurre una vez, puede que ocurra una segunda, pero si ocurre una segunda, entonces seguro que hay una tercera vez".
Habla Duhalde
El presidente Duhalde, el archienemigo de Menem en las filas del peronismo a pesar de que nunca se han enfrentado directamente en las urnas, habló ayer de la jornada electoral. Se le notaba satisfecho, aunque rehusó hacer interpretaciones políticas. Dijo que el 18 de mayo se definirá el presidente de los argentinos y "algo más de lo que no quiero hablar hoy". No dio más explicaciones.
Menem siempre negó la posibilidad de una segunda vuelta. Para el presidente provisional, el resultado no deparó ninguna sorpresa y destacó el buen resultado obtenido por "fuerzas políticas muy nuevas", como la de Ricardo López Murphy y Elisa Carrió, "que dio un campanazo en Santa Fe". Duhalde reiteró su propuesta hecha la víspera de los comicios para que todas las fuerzas políticas asuman un compromiso de gobernabilidad", para garantizar al próximo presidente el apoyo necesario ante la falta de mayoría parlamentaria en un Congreso atomizado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003