Ruiz-Gallardón ha retirado el proyecto de Ley de Familia que equiparaba el matrimonio con las uniones de hecho de cualquier sexo, no sé si voluntariamente u obligado.
Seguramente el mal momento que vive el Gobierno y el PP (chapapote y guerra con Irak), la presión social (más de 75.000 firmas contra la ley) y la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas les ha obligado a no abrir otro posible frente de pérdida de votos.
La retirada del proyecto de ley nos demuestra que las familias también podemos ser un grupo de presión y que, de hecho, somos el mayor. Nos demuestra que cuando las asociaciones familiares dejamos a un lado las diferencias y nos unimos somos capaces de movilizar y entusiasmar a la "mayoría silenciosa".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003