Las masas argentinas coreaban no hace nada su repulsa a la vieja política y a las caras de siempre que "habían arruinado al país". Dos de esos políticos, peronistas de toda la vida, vencieron el pasado domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y entre ellos deberán elegir los argentinos a su próximo presidente el 18 de mayo. Se trata del ex presidente Menem, con un 24% del sufragio, y del gobernador de la provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner, con 22%. Derrotados quedan los ex radicales Ricardo López Murphy y Elisa Carrió. ¿Sigue, pues, todo igual? Puede que no.
Por lo pronto, se ha producido algo que puede ser la destrucción del tradicional sistema de partidos. El peronismo, aunque muestra una mala salud de hierro, se ha presentado con siglas diversas y troceado en tres candidaturas, mientras que el radicalismo -la otra pata del antiguo bipartidismo- ha saltado directamente por los aires, con sus más destacados representantes buscando el amparo de siglas novedosas. Podría, quizá, aventurarse -y en la política argentina todo es una aventura- lo de la botella medio llena o medio vacía. El sistema ratea, pero las caras nuevas -Carrió, algo más que López Murphy- no acaban de emerger, y lo mejor que cabría decir de estas elecciones es que son de transición a un futuro en el que la renovación haga por lo menos honor a las aspiraciones de la opinión argentina.
Y por lo que respecta a la contienda del 18 de mayo, dos peronistas se alzan como improbables reinventores del país: Menem, un político chanchullero y seductor, que puso fin a la hiperinflación, pero que también anidó la catástrofe de los últimos año, y Kirchner, un hombre austero, de dirigismo matizado en comparación con el neoliberalismo rampante de su antecesor. La contienda se presenta muy igualada, con posibilidades de que el voto en contra de un candidato, sobre todo del ex presidente, defina la contienda más que el sufragio favorable. Si esto es la transición, que empiece cuanto antes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003