La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha anulado la oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural sobre Iberdrola tras conocer la resolución de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de rechazar la operación. A Gas Natural le queda la posibilidad de presentar recurso de alzada, al que se muestra dispuesta, aunque está a la espera de "conocer los detalles" de la resolución. La OPA sobre Iberdrola, presentada el pasado 10 de marzo, ha soliviantado al sector energético y ha desatado una cascada de reacciones políticas.
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Con algunas incógnitas todavía por despejar y la impresión generalizada de que la OPA está ya herida de muerte, Gas Natural respondió ayer con un escueto comunicado en el que asegura no tener constancia oficial de la resolución del regulador.
"A las 18,00 horas de ayer", dice la nota, "Gas Natural no había recibido ninguna comunicación oficial, por ningún medio, ni escrito, ni verbal ni electrónico, de la resolución anunciada por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que al parecer deniega la integración con Iberdrola". Pese a este comunicado, los mercados conocían desde última hora de la mañana la notificación de la CNE en la que ésta rechazaba la OPA.
La cotización de las dos empresas implicadas, Gas Natural e Iberdrola, fue suspendida a las 14,00 horas. Y pasadas las 16 horas, la autoridad bursátil levantó las suspensiones. Los títulos de la gasista cerraron con una bajada del 0,29%. La caída de Iberdrola alcanzó el 3,80%.
Cuestión de empeño
En la oferta hostil de Gas Gas Natural sobre Iberdrola ha jugado mucho el empeño personal del presidente de la gasista, Antoni Brufau, y del consejero delegado, José Luis López de Silanes, que se decantó a favor de la operación a pesar de que había sido nombrado en el cargo por el segundo accionista de la empresa, la petrolera Repsol YPF, contraria a la OPA. En el desconcierto inicial, Brufau apostó fuerte y llegó a declarar en Londres, a la agencia Bloomberg, que estaba "dispuesto a abandonar la compañía a cambio de que saliera adelante" la operación.
Después, llegaron las deliberaciones de las comisiones reguladoras. Y ayer, el tiro de gracia a cargo de la CNE. El golpe ha sido tan duro que la empresa controlada por La Caixa no descarta retirarse sin más de la OPA, aunque, en su nota de ayer, no lo reconocía de forma explícita y dejaba abierta su intención de estudiar el recurso.
En el consejo del organismo regulador, la OPA fue rechazada por considerar que la unión Gas/Iberdrola formaría un grupo capaz de restar competencia en el segmento de mercado que se rige por la tarifa. Para evitar este efecto, la empresa gasista presentó un documento que, a su juicio, aportaba las garantías de la futura inversión de 3.000 millones de euros de la sociedad resultante en los mercados regulados, es decir decir, en la distribución de electricidad (más de nueve millones de clientes) y de gas (con casi cuatro millones).
El argumento no ha convencido al regulador y Gas Natural asegura en su nota que "pese a respetar la decisión, no la entiende ni comparte, ya que la operación no suponía riesgo alguno para las actividades reguladas y constituía un indudable impulso al proceso de liberalización del sector energético".
La resolución del CNE ha paralizado automáticamente al otro organismo regulador, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), encargada de estudiar el folleto de la operación, en el que se exponen las razones industriales de la OPA y sus detalles financieros. Si Gas Natural presenta ahora un recurso ante el Ministerio, el folleto de la OPA "dormirá" en las dependencias de la CNMV a la espera de otra resolución. Mientras, y siempre que Gas Natural no retire la OPA, la parte de la operación relacionada con la competencia seguirá su curso hasta que el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) emita un fallo. Este fallo, tras el rechazo de la CNE, es papel mojado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de mayo de 2003