La delincuencia en el ámbito rural, la que tiene que combatir la Guardia Civil, ha aumentado desde las elecciones de 1999 un 24,3%, debido fundamentalmente a que se disparó la criminalidad en el llamado arco mediterráneo, donde se cometen la mitad de los delitos de la demarcación del instituto armado. De las 463.958 infracciones penales que se denunciaron a la Guardia Civil en 1999, se ha pasado a las 577.154 de 2002. Y este año ya van 131.795.
El arco mediterráneo concentra el 46% de los delitos registrados por la Guardia Civil
Los datos estadísticos de la Guardia Civil indican que en el primer trimestre de 2003 se conocieron un total de 131.795 infracciones penales (delitos y faltas) frente a las 131.519 del año pasado. Es decir, sólo 276 infracciones o un 0,21% más de un año a otro. Pero si los resultados de los tres primeros meses de este año se comparan con el mismo periodo de 2000, cuando se contabilizaron 114.775, el porcentaje de incremento se dispara casi al 15%.
Las tablas, facilitadas por la Asociación de Simpatizantes de la Guardia Civil (ASIG), revelan que los delitos en el primer cuarto del año han quebrado la tendencia al alza descontrolada que se registró entre 2000 (61.629 delitos) y 2002 (70.851). Este año se han contabilizado 69.424, lo que supone un descenso del 2,02%. La bajada se ha producido tanto en delitos contra el patrimonio (se ha bajado de 59.668 en 2002 a 58.305) como contra las personas (con un descenso desde 11.183 hasta 11.119).
La tendencia ha sido la contraria en cuanto a las bajas (las infracciones contra el patrimonio por menos de 300 euros), que han pasado de 60.668 a 62.371, siempre si se comparan los primeros trimestres de 2002 y 2003 (un incremento del 2,8%). Si a la subida de las faltas se le resta la bajada de los delitos y se eliminan las infracciones denunciadas que luego no fueron nada, el incremento de la criminalidad en zonas rurales se queda en un 0,21%, la subida más baja que recuerda la Guardia Civil.
¿Cómo es posible una subida tan baja, sobre todo teniendo en cuenta que entre 1997 y 2002 la subida absoluta fue del 30%, y que desde 1992 hasta el año pasado se duplicó la criminalidad en el territorio controlado por la Guardia Civil? Pero, sobre todo, ¿por qué se disparó de una manera tan brutal en los 90, hasta crecer hasta casi un 25% en la última legislatura municipal?
Para contestar a la primera pregunta es necesario responder primero a la segunda. La Guardia Civil sostiene que el territorio bajo su custodia es enorme y disperso, con infinidad de segundas viviendas que permanecen cerradas todo el año, objetivos prioritarios de los amigos del patrimonio ajeno. Pero su verdadero problema está en el llamado arco mediterráneo, donde se concentra el 46% de los delitos registrados por la Guardia Civil, debido, según informes internos, a que "se trata de áreas eminentemente turísticas" en las que se triplica la población en verano, mientras en el resto de la demarcación del instituto armado se duplica.
Por ello, las provincias con mayores tasas de delitos son, por este orden, Tarragona, Baleares, Alicante, Las Palmas, Castellón, Almería, Málaga y Valencia. Ahora se ha colado también Murcia. Las comandancias de Alicante, Baleares, Valencia y Barcelona acumulan el 44% de los delitos conocidos contra el patrimonio. Además, el 76% de los delitos perpetrados en el territorio del instituto armado son contra bienes ajenos.
La ASIG explica que las espectaculares subidas de años anteriores se debieron a la penetración de las redes transnacionales de delito por la caída de fronteras de la UE, pero también "al bajo índice de esclarecimiento de los delitos". A la vista de este panorama y, tras un año 2001 calificado de "funesto" por mandos del instituto armado, lanzó varios planes específicos contra la delincuencia, que parecen haber funcionado, que prestaban especial atención al control de zonas turísticas y de la población extranjera, según el Centro de Análisis y Perspectiva de la Guardia Civil. Uno fue específico para el mediterráneo, donde se destinaron más agentes, y otro el llamado PACCO (Plan de Actuación contra el Crimen Organizado). Si la tendencia de los próximos trimestres se mantiene, la Guardia Civil puede reducir la delincuencia. "Pero queda el verano, que es cuando nuestros índices se disparan", afirma un mando del instituto armado.
Murcia se coloca en cabeza en 2003
ELECCIONES 25M
La lucha contra la delincuencia
Murcia no es exactamente la comunidad del mediterráneo con elecciones autonómicas el 25-M donde más delitos se cometen, pero tiene el baldón de ser la región donde más ha crecido este año la criminalidad rural. Porque hasta la Comunidad Valenciana y Baleares, quebraderos de cabeza absolutos de las fuerzas de seguridad, han contenido la subida en los pueblos.Murcia tuvo 6.949 infracciones penales en el primer cuarto de 2002, pero en lo que va de año ha subido hasta las 8.093 (un 16,46% más). Esta autonomía contabilizó en 1999 un total de 20.264 infracciones, frente a las 29.346 de 2002, lo que supone casi un 45% más. Pero si el foco se abre hasta 1996, cuando las infracciones totales se elevaron a 13.143, se constata que el incremento fue del 123,28%, siempre según tablas del instituto armado.
Claro que Baleares ha duplicado su delincuencia en la última legislatura municipal y autonómica. No hay nada comparable. La criminalidad en estas islas en el primer trimestre muestra, no obstante, una ligera desaceleración, frente al fortísimo aumento de Murcia. Por contra, al arrancar 2003 hubo comunidades donde se celebran comicios autonómicos en las que bajó el delito: Canarias, Castilla y León, La Rioja, Cantabria, Extremadura y Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de mayo de 2003