Los trabajadores de la fábrica de loza Pickman-La Cartuja levantaron ayer la acampada con la que han simbolizado, durante 43 días, junto a la sede de la Delegación del Gobierno central en Sevilla su protesta por la huida del empresario Álvaro Ruiz de Alda y la ausencia de respuesta de las Administraciones. Ruiz de Alda dio de baja en febrero a los 132 empleados de la fábrica tras ejecutarse una garantía hipotecaria que otorgó a la empresa estatal Rumasa la titularidad de los terreros por un crédito impagado. El empresario argumentó entonces que eso suponía un traspaso de titularidad de Pickman, extremo que el Gobierno central y los trabajadores rechazan.
La cuestión sobre la titularidad y la procedencia del despido será dirimida en juicio el 11 de junio. Pero los trabajadores querían que el Gobierno y la Junta andaluza diseñaran alguna fórmula que les garantizara el sueldo y les volviera a dar de alta en la Seguridad Social. Tras mes y medio de movilizaciones, los sindicatos y las Administraciones llegaron a un acuerdo esta semana.
El Inem anticipará a los trabajadores los salarios de tramitación como si efectivamente hubiesen sido despedidos desde el 4 de febrero. La diferencia con sus sueldos reales será puesta, al 50%, por Gobierno y Junta, que ha otorgado un curso de formación ocupacional a los empleados para su puesta a punto ante una futura venta de la fábrica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de mayo de 2003