El Rijksmuseum reabrirá el sábado una de sus áreas, el ala Philips, después del cierre del museo a comienzos de esta semana, tras detectarse en su estructura asbesto, un material cancerígeno, informaron ayer fuentes de la institución. El ala Philips, patrocinada por la multinacional del mismo nombre, alojará hasta el próximo diciembre una exposición de pinturas y grabados de Hendrik Goltzius, así como la colección de arte asiático que generalmente puede verse en la parte central del museo de Amsterdam. Ese área ha sido declarada zona exenta de asbesto, por lo que el museo asegura que los visitantes no corren riesgo alguno.
Aunque la dirección del museo sostiene que el cierre se impuso "de forma preventiva", esta semana se llevan a cabo investigaciones que deben determinar tanto la concentración de asbesto -material aislante que desprende partículas cuya inhalación puede originar un tipo de cáncer llamado mesotelioma- como las partes del edificio afectadas. La concentración de asbesto en parte del Rijksmuseum fue detectada por la Agencia Gubernamental de Edificios durante las investigaciones previas a una reestructuración prevista entre 2004 y 2008. Los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz fueron quienes en 2001 ganaron el concurso para reformar el museo holandés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de mayo de 2003