Y la primera de la miniferia resultó entretenidilla, pues se presentó un chaval de Alicante que causó muy buena impresión. Le cortó una oreja al novillo de su debú. Francisco José Palazón es su nombre. Y tiene sentido clásico en la interpretación del toreo, gusto y buenas maneras. Se lució en su primero con el percal y la muleta. El novillo resultó encastadillo y se vino arriba en los últimos tercios. Y el de Alicante le dio muletazos hondos y sabrosos cuando le bajó la mano y mandó de verdad. En el inválido sexto volvió a apuntar su buen corte. El banderillero Fernando Téllez se lució poniendo banderillas y manejando el capote con temple y muy buen aire. Salvador Cortés no se acopló a su primero, y lució al cuarto en series de largo recorrido y templadas. Remató con unas bernardinas muy ceñidas y de cierta angustia. Santiago Manciño, con el lote más deslucido, puede decirse que no estuvo. Destemplado y ausente, realizó dos faenas apagadas y tristes.
Navalrosal / Cortés, Manciño, Palazón
Novillos de Navalrosal, bien presentados, de juego irregular; 1º y 4º manejables y nobles; 3º encastado. Salvador Cortés: silencio; petición y vuelta. Santiago Manciño: silencio en los dos. Francisco José Palazón: aviso y oreja; silencio. Plaza de las Ventas, 1 de mayo. 1ª de miniferia. Tres cuartos de entrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de mayo de 2003