Nadie es perfecto. War Emblem, el caballo de tres años que ganó en 2002 el Derby de Kentucky y se quedó muy cerca de una histórica triple corona, es un fracaso como semental. El caballo cubrió a cinco yeguas en sus primeros cinco días de actividad, entre el 9 y el 13 de marzo, y después, apenas nada, perdió el interés. El propietario, la empresa japonesa Estación de Sementales Shadai, que pagó 18 millones de euros por el mejor caballo del año, está negociando una indemnización con la compañía aseguradora, la Lloyd's de Londres. La edición 2003 del célebre derby se celebra precisamente hoy.
El asunto es complicado. La aseguradora cubrió los riesgos habituales en el negocio de sementales -caballo estéril o impotente-, pero War Emblem no es ni una cosa ni la otra. Sencillamente, ha perdido el apetito por las yeguas. El portavoz de la estación explicó que habían intentado que el caballo cubriera a 350 yeguas, pero que sólo se había cruzado con siete. Cuatro de ellas están preñadas. El propietario pensó que el semental estaba estresado y le concedió unas semanas de descanso. "Intentarlo con tantas yeguas es un trabajo duro", dijo el portavoz. "Después de lidiar con la faena tenía un aspecto agobiado".
"El paso de un establo de carreras a una cabaña de cría es enorme para un caballo", explicó Phil McCarthy, un veterinario especialista en reproducción que está elaborando un informe para Lloyd's. "No es extraño que un principiante inmaduro tenga estos problemas. Quizá la solución sea tan sencilla como un cambio de mamporrero".
Una explicación más elaborada la ofreció, en The New York Times, Sue McDonnell, especialista en conducta sexual equina de la Universidad de Pennsylvania, que explicó que los problemas provienen siempre de la mentalidad de rebaño inherente a todos los caballos. "En un rebaño", dijo, "un caballo dominante se cruza con las yeguas, mientras los otros machos se quedan en segundo plano. La relación es como la de un harén. Hay un semental cubriendo a un montón de yeguas y los demás machos no se pelean entre ellos por las hembras, sino que se quedan tranquilos. Así que no sería extraño que War Emblem estuviera intimidado por sus compañeros de establo, más viejos y más veteranos. Es un problema de falta de madurez".
War Emblem no es el primer gran caballo que tiene problemas al convertirse en semental. Seattle Slew, ganador de la Triple Corona estadounidense hace 26 años, también fue un fracaso en su primer año de actividad, pero luego se recuperó y se convirtió en uno de los mejores sementales de la historia. Por contra, el mítico Cigar fue un completo fracaso cuando pasó a semental en 1997 y ahora es una atracción turística del Parque de Caballos de Kentucky.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de mayo de 2003