Para fomentar que la gente vaya en bicicleta se habla de los carriles bici com si fueran la solución a todos los problemas. Pero el gran problema que tenemos los ciclistas son los conductores de vehículos de motor que circulan a velocidad superior al límite permitido. Esto nos sitúa a todos en peligro, especialmente a los transeúntes. La primera medida que deben aplicar los municipios es reducir el límite de la velocidad y crear más calles de preferencia peatonal y zonas de velocidad 30 para que transeúntes, ciclistas y el resto de los vehículos puedan convivir en paz. Si se respetara el límite de velcidad, no harían falta carriles bici.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de mayo de 2003