Desasosiega sospechar que a Aznar le claudican con frecuencia algunos circuitos neuronales. Porque quizá las cosas cambien en lo más cercano el 25-M, pero el del bigote y su tropa siguen, y a saber en qué fandangos más nos pueden meter a lo largo de dos años si en sólo dos meses han cometido el gran estropicio. Lo que hay que oír. Lo que hay que ver y leer, conforme se acelera el pulso de la campaña. Ahora simultaneamos la fase de las primeras piedras y las inauguraciones de aceras, carpas, maquetas, planos y paneles... con el ofrecimiento de un futuro idílico que promete el oro (¿negro?), y el moro (¿muerto?) Y también huevos por encima. Los programas-mentira son como las bombas-racimo, que multiplican sus efectos letales al expandirse en el cultivo mediático.
Al mismo tiempo, el PP y sus gobiernos (de aquí y de allá) se lanzan a la búsqueda del escándalo que salpique a la oposición. Una facturita, quizá un primo colocado... siempre con mucha televisión a favor, y que corra la voz. Pero cómo se atreverán a decirnos con qué criterios hemos de votar. Con qué autoridad moral califican de "deleznable" (Zaplana lo hizo) el uso de la invasión de Irak como argumento electoral. Como si pudieran presentar rutilantes balances en los ámbitos local y autonómico confiando en que esos "inmensos progresos" en la enseñanza, la comunicación y la lengua, el trabajo, la salud, la paridad, el medio ambiente, la justicia, los servicios sociales, la cultura, las infraestructuras, ni aún siendo ciertos (que no) pudieran hacernos olvidar o perdonar la servil complicidad con el crimen y el expolio. Y el autoritarismo.
Porque sólo le falta a Josemari alzar la veda de los taimados masones. De momento, él solito o con la ayuda de Michavila y Trillo, anda a la captura de "social-comunistas" pacifistas, fiscales críticos y profesores de izquierdas, plagas más temibles que el piojo rojo y la neumonía atípica.
Camps es el capdavanter de las libertades. Ribó el diablo. Y Pla el paladín de la dictadura del proletariado. Date cuen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de mayo de 2003