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La Xunta se negó a colaborar por las críticas de los artistas

La ceremonia de entrega de los Max ha mantenido un carácter itinerante desde su primera edición, en 1998, que se celebró en Madrid. Después ha pasado por Barcelona, Sevilla, Bilbao y Valencia. Este año, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), creadora y promotora de estos premios de y para los profesionales de las artes escénicas, consideró que le "tocaba" a Galicia, concretamente a Santiago de Compostela. Pero la Xunta se negó a colaborar. No acepta las críticas vertidas por los artistas a la gestión de la crisis del Prestige ni contra la guerra de Irak. "No vamos a darles dinero para que nos insulten", aclaró el presidente Manuel Fraga.

El alcalde de Vigo, Lois Pérez Castrillo, ofreció a la SGAE la colaboración que la Xunta negaba y la gala se vino para Vigo tras el compromiso municipal de aportar 360.000 de los 1.150.000 euros presupuestados para su organización.

El Gobierno tampoco ha estado por facilitar las cosas. Anoche no había en el Teatro Caixanova ninguna televisión pública que retransmitiera el acto, por primera vez. En ediciones anteriores lo hizo La 2 de TVE; ayer, Localia TV. "Sorpresa e indignación" expresó el portavoz de las asociaciones de actores y de la Federación de Empresas Productoras de Teatro, Mikel Gómez de Segura, por la "censura antidemocrática" de la cadena pública.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de mayo de 2003