Cuando peor jugaba la Juve, Trezeguet marcó, poco antes del descanso, para acentuar el daño. Y cuando peor jugaba el Madrid, en el segundo tiempo, Roberto Carlos recogió un rechace en la frontal del área y soltó la zurda. El gol de la victoria. "Menos mal que hemos marcado porque en ese momento no estábamos jugando bien", aseguró Zidane al término del partido. El francés reconoció que durante esos 25 minutos de flaqueza, con el Juventus acechando, el Madrid atravesaba una crisis de juego, con su centro del campo partido en mil pedazos y los atacantes, Morientes y Portillo, desasistidos, solos.
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"El Juventus ha hecho el partido que me esperaba", añadió el cinco de los madridistas, especialmente estimulado en el encuentro de anoche. Quizá porque enfrente estaban sus ex compañeros, quizá porque deseaba reivindicar el estilo de fútbol que impulsó su traspaso a la Liga española, quizá porque lo del Mallorca le escoció mucho. El francés se recreó en el estilo que en Italia, y Lippi, más concretamente, le censuraron con tanto rigor táctico.
"En España el fútbol es distinto porque hay otra cultura", dijo su compatriota Thuram. El defensor del Juventus abandonó el estadio ufano, consciente de que el resultado no es un obstáculo insalvable. De hecho, Lippi, comentó en la conferencia de prensa que sus pupilos afrontan ya el compromiso de la semana que viene "con mucha confianza porque en el Bernabéu jugamos muy bien". De paso, sin perder esa pose casi actoral en la rueda de prensa, como de figurín de mármol, matizó: "El encuentro de vuelta será muy similar al de ida; tendremos cuidado con las individualidades del Madrid y procuraremos que no marquen gol". Filosofía calcio en estado puro, concepción del juego inamovible, incluso con el marcador en contra.
El modelo italiano resulta previsible. Pero eso no implica que exista un remedio para su racanería. No obstante, Del Bosque, quien en la conferencia de prensa lamentó las conjeturas de la prensa sobre la alineación de su equipo, intentó derruir la solidez defensiva de la Juve con una pareja ofensiva inédita: Morientes y Ronaldo. Pero ninguno agujereó el muro de los italianos. Sólo pudo Roberto Carlos, y cuando nadie confiaba en al arreón del Madrid. "El gol nos ha sentado muy mal porque estábamos mejor que el Madrid", subrayó Lippi. El tanto del lateral brasileño, por cierto, desató la polémica. Los jugadores del Juventus protestaron el fuera de juego de, al menos, tres delanteros blancos. Para Luciano Moggi, director general del club transalpino, "ese tanto es absolutamente ilegal". El mandatario, no obstante, rezumaba tanta satisfacción que se le escapaban los faroles por las boca: "Si aquí hemos jugado tan bien, imagínenese lo que podremos hacer en Turín".
Otro que no podía disimular su contento era Trezeguet, quien afirmó que al principio les intimidó el juego del Real Madrid. "Pero luego hemos hecho un fútbol más que aceptable". Lippi apuntó al aspecto psicológico como esencial en el compromiso de la semana que viene. Por lo que pintan sus futbolistas, y él mismo, esa batalla parece que la han ganado ya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de mayo de 2003