Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

600 subsaharianos esperan en Marruecos para entrar en Melilla

La frontera entre Melilla y Marruecos soporta la presión migratoria más alta de los tres últimos años, según declaró ayer el delegado del Gobierno en esa ciudad autónoma, Arturo Esteban. Según dijo, "todas las noches" la Guardia Civil se enfrenta a "oleadas de inmigrantes" que pretenden entrar ilegalmente. Reconoció que los agentes "se las ven y se las desean" para contener estas "oleadas", por lo que, "aunque son muchos los que se rechazan, algunos consiguen entrar".

Esta presión migratoria se debe, según Esteban, a que en el monte Gurugú, territorio marroquí a escasos kilómetros de Melilla, se refugian unos 600 inmigrantes, en su mayoría subsaharianos, que intentan entrar en Melilla. Aunque comentó que las autoridades marroquíes han realizado varias intervenciones contra estos asentamientos, "los inmigrantes vuelven a instalarse".

El incremento de las entradas ilegales ha saturado el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). En las inmediaciones han surgido numerosas chabolas hechas con plásticos y cartones.

Esteban anunció que la semana próxima habrá "expulsiones", por lo que quedarán en el CETI plazas libres que ocuparán "por riguroso orden de antigüedad" los chabolistas, si bien tendrán prioridad las mujeres y niños.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de mayo de 2003