La industria química europea recibió ayer un balón de oxígeno. La Comisión Europea ha ampliado hasta ocho semanas el periodo de consultas sobre su proyecto de introducir en la UE un estrecho control de las sustancias químicas y que tendrá un coste directo mínimo de 4.000 millones de euros hasta 2020. El proyecto propone someter a ensayos todas las sustancias químicas fabricadas e importadas a Europa en cantidades superiores a 100 toneladas por año.
El grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea, que aplaude los controles, deploró tal aplazamiento porque impedirá aprobar el proyecto antes de la próxima legislatura, que comienza en verano de 2004. La dificultad en conciliar la defensa del consumidor y el impulso a las firmas europeas se ha traducido en un aplazamiento vital de este proyecto que pretende imponer un sistema de registro, ensayo y autorización de las sustancias químicas y que ha generado el rechazo de la industria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de mayo de 2003