Existe una banda de menores que se dedican a asaltar, propinar paliza y robar a cualquier tipo de persona (ancianos, jóvenes...) El modus operandi es que, mientras uno agarra por el cuello a la víctima, otro le pega y otro la registra. Se llevan móviles, anillos, relojes, carteras y demás. Suelen actuar en el entorno de la calle de Torrejón, y los guardas de algunos garitos ya los conocen.
Este fin de semana le ha tocado a alguien cercano: marcas en el cuello y contusiones en la cara, además del robo. La denuncia está en la policía, pero vamos, que como son menores, poco pueden hacer. ¿Cambiarán las leyes lo suficiente como para evitar este tipo de situaciones? ¿Piensan las instituciones (todas) que esta situación es sostenible? ¿Piensan los responsables de las instituciones qué harán cuando sea su hijo el que llegue a su casa con la cara como un mapa?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de mayo de 2003