Alemania y Francia no lograron ayer resolver sus diferencias para cerrar un acuerdo sobre la conferencia intergubernamental que intentará sentar la próxima semana en Niza las bases del futuro de la Unión Europea. En la reunión que celebraron ayer en Hannover el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, mantuvieron las espadas en alto en el conflicto que les enfrenta: la definición del peso específico que ambos Estados deben tener dentro de una UE ampliada, es decir, el rechazo de París a contar con menos votos que Berlín. Ambos líderes reiteraron en público su deseo de llegar a un consenso en Niza. "Si hay una solución, será en el último momento [de la cumbre], y éste será el momento en el que cada uno deberá de asumir sus responsabilidades", sentenció Chirac. "No tratábamos de llegar a un acuerdo, sino de hacer posible el acuerdo", precisó en Hannover el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer. La eficacia de la futura UE dependerá en gran medida del resultado de la cumbre de Niza, cuyo objetivo principal es reformar el Tratado de Amsterdam. Además de la disputa franco-alemana, otras batallas, como la exigencia española de estar entre los países grandes, o el clamor de los pequeños por mantener un comisario, esperan a los jefes de Estado y de Gobierno, que se reúnen el jueves en la Costa Azul.
Alemania y Francia no lograron ayer resolver sus diferencias para cerrar un acuerdo sobre la conferencia intergubernamental que intentará sentar la próxima semana en Niza las bases del futuro de la Unión Europea. En la reunión que celebraron ayer en Hannover el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, mantuvieron las espadas en alto en el conflicto que les enfrenta: la definición del peso específico que ambos Estados deben tener dentro de una UE ampliada, es decir, el rechazo de París a contar con menos votos que Berlín. Ambos líderes reiteraron en público su deseo de llegar a un consenso en Niza. "Si hay una solución, será en el último momento [de la cumbre], y éste será el momento en el que cada uno deberá de asumir sus responsabilidades", sentenció Chirac. "No tratábamos de llegar a un acuerdo, sino de hacer posible el acuerdo", precisó en Hannover el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer. La eficacia de la futura UE dependerá en gran medida del resultado de la cumbre de Niza, cuyo objetivo principal es reformar el Tratado de Amsterdam. Además de la disputa franco-alemana, otras batallas, como la exigencia española de estar entre los países grandes, o el clamor de los pequeños por mantener un comisario, esperan a los jefes de Estado y de Gobierno, que se reúnen el jueves en la Costa Azul.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de mayo de 2003