Contra el terrorismo de ETA hace falta diálogo entre los políticos. Ésta era la receta escrita en la mayoría de las pancartas que ayer se vieron en la manifestación de Barcelona por el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch, a la que acudieron unas 900.000 personas, según la Policía Municipal. La periodista Gemma Nierga, que leyó un manifiesto pactado previamente entre todos los partidos que secundaron la manifestación, añadió de su cosecha un ruego a los políticos: "Ustedes que pueden, dialoguen". El presidente José María Aznar y el lehendakari Juan José Ibarretxe estuvieron, separados, en la cabeza de la manifestación.
Tras conocer la petición improvisada de Nierga, un
portavoz del Gobierno central señaló: "Ese final del
manifiesto no estaba pactado con nosotros. Ha sido un
añadido de la periodista". José María Aznar escuchó el
ruego de más diálogo para acabar con el terrorismo con
expresión seria y de cierta sorpresa. El presidente,
según sus colaboradores más próximos, no tiene intención
de entrevistarse con el lehendakari, como le reclama el
PSOE. En la cabeza de la manifestación, donde se
sujetaba una pancarta en la que se podía leer "Cataluña
por la paz. ETA no", se juntaron numerosos cargos
institucionales. Estaban, además del presidente del
Gobierno y el lehendakarí -que no marchaban juntos
contra ETA desde hace cinco meses, pese a que durante
este tiempo se han producido 11 atentados terroristas,
con 15 muertos-, el secretario general de los
socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente
de la Generalitat, Jordi Pujol y el alcalde de
Barcelona, Joan Clos, entre otros. Las tres hijas y la
compañera de Ernest Lluch fueron aclamadas por los
manifestantes cuando una de ellas mostró un cartel con
la leyenda "Diálogo ya".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de mayo de 2003