"Yo impugnaría el referéndum que ha solicitado la Mesa de la Ría. Las decisiones trascendentes se han de adoptar entre todos, lamentaría que mis hijas no pudieran votar en un referéndum, porque se trata de una medida decisiva para las generaciones futuras. El Polo Químico genera en la capital onubense una importante cantidad de riqueza y de empleo, que a día de hoy no se puede eliminar de manera frívola. No considero que en estos momentos resulte oportuno ni necesario plantearse el futuro de esas fábricas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de mayo de 2003