El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha quebrado un tabú secular al nombrar a un juez negro como miembro del Tribunal Supremo Federal, institución creada hace 174 años. Se trata de Joaquim Benedito Barbosa Gomes, de 49 años, hijo de un albañil, y que como él mismo dice tuvo la suerte de estudiar en "una escuela pública de calidad", lo que le permitió llegar a la Universidad. Lula aseguró que la designación de este juez se produjo tras el análisis de otras 400 candidaturas y de haberlas examinado a fondo con "varios compañeros dentro y fuera del Gobierno".
Benedito Barbosa, doctor en Derecho Público en la Universidad de París-II y catedrático de dicha materia en la Universidad del Estado de Río, era actualmente procurador regional de ese mismo Estado. Al conocer la noticia de que había sido propuesto por Lula como uno de los 11 miembros del alto tribunal, el juez afirmó que se trataba de "un proceso natural del desarrollo de la sociedad", y recordó que el primer negro que alcanzó un cargo semejante en EE UU fue en 1965 y que en 1980 ingresó la primera mujer.
Lula subrayó ante el Parlamento brasileño la importancia del Tribunal Supremo Federal, "cuyas decisiones nadie puede recurrir", y defendió que la selección de Benedito Barbosa fue realizada desde el criterio "de la más rigurosa calificación profesional".
Benedito Barbosa, es autor de la obra Acción afirmativa y principio constitucional de igualdad, en la que analiza la discriminación racial y las acciones afirmativas para compensar las desigualdades raciales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de mayo de 2003