La fortaleza del euro se ha convertido en un problema para las empresas alemanas, especialmente las exportadoras, que ya han reducido sus ventas y beneficios en el primer trimestre del año. Ayer mismo, la Oficina Federal de Estadísticas daba a conocer que las exportaciones de Alemania con los países no pertenecientes a la UE (a las que afecta el fortalecimiento del euro) habían descendido un 7,1% en marzo respecto al mismo mes del año anterior, hasta 22.900 millones de euros.
Por contra, con los países de la UE las exportaciones alemanas crecieron un 11%, hasta 32.900 millones, mientras que las importaciones aumentaron un 9,5%, hasta 25.900 millones. En el primer trimestre, el superávit comercial descendió un 7,6%, hasta 29.400 millones. Los expertos coinciden en achacar la caída de las exportaciones fuera de la UE a las incertidumbres geopolíticas y, sobre todo, a la continua apreciación del euro.
Distintos informes publicados recientemente en Alemania indican que la fortaleza de la moneda comunitaria afecta especialmente a los grandes sectores alemanes, el automovilístico y el químico en especial, cuya competitividad para exportar, sobre todo al otro lado de Atlántico, ya se ha reducido considerablemente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de mayo de 2003