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OPINIÓN DEL LECTOR

Señales en la ronda

Ayer llegué a Barcelona por la autopista procedente de Francia. Eran las once de la noche y llevaba muchas horas al volante. Tomé la ronda de Dalt y más adelante la abandoné por la salida que habitualmente uso para ir a casa. He hecho este camino cientos de veces y me di cuenta de que lo seguía por rutina. Luego imaginé que yo podría ser, por ejemplo, un alemán, un checo o un sueco que llegaba por primera vez a la ciudad y me imaginé sus problemas: no hay ningún cuadro sinóptico que sitúe el recorrido de las rondas sobre un plano de Barcelona; no hay ningún indicador de dirección iluminado; no hay ninguna indicación sobre la parte de la ciudad a la que conduce cada salida. Decirle a un extranjero que la salida da a Canyelles o al paseo de Sant Gervasi es una tomadura de pelo.

Para terminar, en ninguna salida está indicado (suponiendo que se llegase a leer en la penumbra) algo tan normal en todas partes como es "centro ciudad".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de mayo de 2003