"Sí. Debería incluir tres aspectos principales:
Primero, el reconocimiento de Madrid en su doble condición de capital y de gran ciudad que no son incompatibles, sino complementarias".
"En segundo lugar, que una capital, por tener las sedes de las instituciones, conlleva eventos que sitúan a sus servicios públicos a menudo en situaciones extraordinarias y, por tanto, se requieren medidas de igual carácter".
"Y tercero, habría que darle una dimensión democrática sin poner en valor las diferencias y evitando la confrontación con otras ciudades".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de mayo de 2003