La 34ª edición de la Fira del Llibre de Valencia se cerró ayer en los Jardines de Viveros con un buen resultado de ventas, pese al descenso en el número de visitantes. El Gremi de Llibrers, organizador de la convocatoria, calcula unas ventas aproximadas en esta edición de la Fira del Llibre de 690.000 euros.
"La asistencia de público a la feria ha acusado en la presente edición los efectos derivados de la meteorología adversa registrada durante el martes, miércoles y jueves", señaló ayer el Gremi de Llibrers en su balance del certamen. "No obstante, se calcula que, entre los fines de semana festivos, incluyendo el Primero de Mayo, la asistencia de público que ha visitado la Feria supera las 150.000 personas".
Las obras más vendidas, según la organización, fueron, en castellano, La memoria en retazos, de Santiago Carrillo; La voz dormida, de Dulce Chacón; Soldados de Salamina, de Javier Cercas; El afinador de pianos, de Daniel Mason, y El arpista ciego, de Terenci Moix. En valenciano, los títulos más vendidos fueron Tota d'un glop, de Pasqual Alapont; Societat Limitada, de Ferran Torrent; L'hereu, de Àlan Greus; El pensament nacionalista valencià, de Josep Solves; La nostra cuina, de Emili Piera; Les vacances de Saida, de Eva Peydró, y Tots els noms de la pena, de Maria Josep Escrivà. En infantil y juvenil, Una acampada embolicada, de Josep Chapa; El món dels forrellats, de Ferran Bataller; El fantasma de la Torre, de Francesc Gisbert; Els acudits de Llorenç, de Llorenç Giménez, y Les malifetes de Maria Encarna, de Maria Torres Palau.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003