La convocatoria de movilizaciones para mañana, lanzada por los seis grandes sindicatos franceses en protesta por la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno, amenaza con paralizar los transportes públicos y la Administración. Una perfecta ilustración de esa amenaza es el aviso de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) de que el 80% de los vuelos que tenían previsto despegar o aterrizar en los aeropuertos franceses habrán de ser anulados por el paro de los controladores aéreos.
La situación será similar en los ferrocarriles, dado que el grupo estatal SNCF ya ha advertido de que siete sindicatos se han sumado al paro.Los transportes urbanos funcionarán a un ritmo ralentizado, si es que lo hacen, lo que hace prever atascos fenomenales a la entrada de las grandes aglomeraciones.
También se han sumado empresas públicas como La Poste (correos), EDF, GDF (energía), y en administraciones como finanzas, defensa y, muy particularmente, educación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003