El ministro del Interior, Ángel Acebes, aseguró ayer, tras conocer el comunicado de ETA, que la banda intentará "hacerse presente" en las próximas fechas ya sea "con un atentado, si pueden", ya sea con "maniobras y trampas" para "reducir y frenar la acción policial". Sin citar en ningún momento la posibilidad de un alto el fuego, Acebes lanzó un aviso a navegantes al pedir "que nadie colabore" con esa estrategia, convencido de que los terroristas "harán invitaciones, sugerirán acciones de todo tipo y buscarán complicidades".
El ministro subrayó que lo único que le interesa de ETA es "el anuncio de su desaparición". Acebes agregó que la nota etarra "apunta en la dirección" de que la banda "buscará complicidades". Pese a su advertencia para que nadie apoye nada que no sea la desaparición de la banda, añadió: "Siempre habrá alguno que se preste a participar". Su antecesor en el cargo, el vicepresidente Mariano Rajoy, interpretó el comunicado como "un guiño para la constitución de un Lizarra II, en el que, al final, también está el PNV, por más que haya una apuesta por el voto nulo". Rajoy dijo esto tras acusar a dicho partido de no haber colocado como su primera prioridad la lucha contra el terrorismo.
Por su lado, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), afirmó que lo único que los vascos esperan de ETA es que "desaparezca". El líder del PNV de Vizcaya, Iñigo Urkullu, acusó a la banda de "hacer el juego" a quienes pretenden "amputar a una representación de la sociedad vasca". Desde las filas de este mismo partido, Juan María Juaristi le dijo a la banda: "Lo que ETA tiene que decir es que abandona definitivamente las armas. Éste es el momento oportuno para que nos ofrezcan un motivo de alegría a este país". Desde IU-EB, su coordinador general, Javier Madrazo, acusó a ETA de querer convertir el voto nulo en un apoyo a su estrategia violenta y exigió a AuB que rechace "el tutelaje" de la organización terrorista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003