La policía francesa detuvo el sábado por la noche en Burdeos a los supuestos etarras liberados (fichados y a sueldo) Idoia Garmendia Imaz, de 22 años, y Abelardo Castillo Alarcón, de 38, quienes estaban "listos para recibir órdenes", según explicó ayer Ángel Acebes, ministro del Interior. Este golpe es continuación del asestado el viernes con la captura de la cojefa de los comandos, Ainhoa García Montero, y tres presuntos etarras más. Son ya 51 los terroristas de ETA detenidos en Francia desde enero de 2002.
Los dos arrestos, apoyados por la Comisaría General de Información española, se produjeron cuando los supuestos etarras en la reserva estaban cambiando de casa (como los cuatro del viernes) con todos sus pertrechos en un coche robado. Los dos portaban documentos de identidad falsos y pistolas.
Garmendia, natural de Ordizia (Guipúzcoa), está acusado de actos de violencia callejera (quema de coches, autobuses, sedes de Correos o partidos). Tras ser detenida en 1998 por atacar la casa de un ertzaina en Idiazabal, fue puesta en libertad y escapó a Francia. Similar ha sido el camino de Castillo Alarcón, alias Nico o Abel, quien agrega a su historial tareas de captación de adeptos entre 1996 y 1998. Al año siguiente escapó a Francia tras una operación de la Guardia Civil contra un grupo Y, siempre según Interior. Las fuerzas de seguridad están analizando la abundante documentación requisada a los seis detenidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003