Si un delincuente es extranjero, es un delincuente extranjero, no un inmigrante, sea del Reino Unido o de Marruecos. Y si es español, es un delincuente español, sea andaluz o gallego, soltero o pensionista. Una obviedad, sin duda, pero tan imprescindible aclararlo antes de hablar de la criminalidad cometida por extranjeros en España como lo es explicar que el 71% de la infracciones penales las cometen los de aquí y el 29% restante las perpetran los del resto del mundo. Los expertos aclaran una cosa más sobre los malos foráneos antes de seguir hablando: que la delincuencia extranjera que aquí trabaja se nutre fundamentalmente de gente que ya delinquía en su tierra y de esos miles de personas dejadas a su suerte en España en una especie de limbo jurídico, con una orden de expulsión irrealizable como todo abrigo legal.
Y dicho esto, ya puede diseccionarse la delincuencia extranjera, que comparte órganos y actividades con la nacional. Es un servicio de guardia de 24 horas. Sin horarios, retribuciones fijas, cobertura de accidentes ni necesidad de documentación ni titulación. No entiende de razas ni de sexos ni de territorio. Eso sí, disfruta de una gran movilidad geográfica y funcional. Es universal, puesto que los delincuentes se desplazan en busca de nuevos nichos de negocio, e igualitaria, porque escoge a sus víctimas más por su debilidad que por su poder económico.
Ni expulsión ni trabajo
Estas conclusiones pueden obtenerse de los datos sobre delincuencia de la Guardia Civil, cuyo Plan Permanente de Control de la Inmigración pormenoriza el trabajo del extranjero delincuente. Lo primero que puede verse es que de los 5.118 extranjeros detenidos por delinquir en el primer trimestre de este año por el instituto armado, el 54,3% (2.779) estaba en situación irregular en España. "Es normal, porque cada año se deja en libertad, pero en situación irregular, a miles de personas a las que no se puede expulsar ni se les permite trabajar, pero que tiene que comer todos los días y se ve abocado a la delincuencia", explican expertos de la Asociación de Simpatizantes de la Guardia Civil (Asigc).
El resto, explican fuentes del instituto armado, son gente que ya delinquía en su tierra y que, simplemente, se ha desplazado a España para seguir haciéndolo. Porque no pueden considerarse inmigrantes ni surgidos de la marginalidad, por ejemplo, a los 191 británicos, los 109 alemanes, los 124 franceses o los 169 de otros países detenidos por la comisión de delitos en el primer cuarto del año.
No obstante, la tabla de los que más delinquen está encabezada por marroquíes, con 1.594 detenidos, y los rumanos, con 913. Entre ambas nacionalidades suman el 50% de los detenidos extranjeros por la comisión de delitos. Los delincuentes de Marruecos que operan aquí encabezan la tabla de los que más delitos cometen contra las personas, de tráfico de drogas y otros, pero son superados por los de Rumania en los relativos a la libertad sexual y contra el patrimonio.
El ranking definitivo, sumando el número de detenidos y los puestos que ocupan en cada tipología delictiva, indica que los marroquíes encabezan la tabla absoluta, seguidos de rumanos, ecuatorianos, británicos, nigerianos, colombianos y lituanos. Eso en cuanto a la Guardia Civil, ya que fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, que ha rehusado facilitar sus estadísticas, indican que los colombianos ocupan la segunda posición de su top delictivo.
El estudio de la Guardia Civil, facilitado por la Asicg, explica que los criminales extranjeros delinquen con mayor frecuencia por las noches (de 23.00 a seis de la mañana) y durante los fines de semana, especialmente el domingo. Las estadísticas muestran que un total de 1.544 personas no españolas fueron arrestadas en la franja horaria que va de las once de la noche a las seis de la mañana, mientras que otros 823 lo fueron entre las siete de la tarde y las diez de la noche.
El día predilecto, a la vista de los datos, es el domingo, seguido del sábado y el jueves. Entre esos tres días han sido detenidos de enero a marzo un total de 2.294 extranjeros por delitos. Los cuadros del instituto armado indican que el periodo en el que es más fácil ser víctima de un delito es desde las 23.00 de un domingo hasta las 6.00 del lunes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003