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OPINIÓN DEL LECTOR

Protección Civil

Un buen día decidí inscribirme como miembro de la agrupación local de Protección Civil, sin más motivaciones que la de prestar mis servicios desinteresadamente a la comunidad. Nunca hubiera imaginado cómo, en tan noble organización, pudieran existir tal cantidad de irregularidades.

La asamblea de nuestra localidad se encontraba regida de forma arbitraria, autoritaria y amenazante por una dirección que utilizaba en su propio beneficio el conjunto de medios asignados a la organización. Estos individuos, aprovechándose de su posición dirigente, violaban constantemente los estatutos, no existiendo discusión alguna sobre tales comportamientos.

Unos compañeros y yo, decidimos intentar proporcionar a la agrupación un mínimo de democracia interna para devolverle a la misma su naturaleza innata, es decir, que respondiese a la realización de una labor social a la ciudadanía y no obedecer a los intereses de la cúpula dirigente.

Al exponer nuestras ideas en el seno de la asamblea nos constituimos en los máximos enemigos de la dirección. Nuestra posición resultaba enormemente incómoda y nuestra permanencia tenía los días contados. Así, no pasó mucho tiempo que utilizaron en mí contra ridículas, absurdas, despreciables e ilegales excusas, procedieron a mi expulsión de la entidad, por un plazo de dos años (decisión que en nuestro municipio sólo puede tomar el alcalde).

Ante tal situación me dirigí, personalmente y por escrito, a la delegación oportuna del Ayuntamiento, donde la falta de consideración, desinterés e indiferencia reina entre sus principios organizativos.

Acudí a instancias superiores de Protección Civil, primero a nivel provincial, luego regional y, finalmente, nacional, obteniendo en todos los casos la misma respuesta, es decir, nada absolutamente.

Por todo ello y debido a mi insignificante situación, no quiero dejar escapar la oportunidad que me ofrece este medio para mostrar públicamente la posición en la que se encuentra la agrupación de Protección Civil de Dos Hermanas y concienciar a la ciudadanía de la verdadera función que cumple esta entidad en nuestro municipio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2003