Las reacciones a la muerte de José Manuel Lara no se hicieron esperar. Los reyes Juan Carlos y Sofía mandaron un telegrama a la familia Lara en el que destacaron su "laboriosidad y extraordinaria contribución al mundo editorial". La ministra de Cultura, Pilar del Castillo, recordó que sin su figura "no se podrían entender los últimos 50 años del libro en España". El consejero de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana, y el conseller en cap, Artur Mas, elogiaron su "contribución a la expansión de las letras".
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, lamentó la muerte de "una persona valiente". Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, comunidad de la que era originario Lara, destacó que "supo aprovechar su importante labor editorial para convertirse en mecenas de la literatura y de importantes autores".
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El presidente del Grupo Santillana, Emiliano Martínez, subrayó que con su desaparición "el mundo editorial español pierde una personalidad que cambió la dimensión de la industria del libro en España y supo trasladar su desarrollo a Iberoamérica".
Rosa Regàs, ganadora del Premio Planeta en 2001, afirmó que el gran mérito del editor consistió en "descubrir lectores". Juan Marsé, que lo obtuvo en 1978, destacó su "talento impetuoso y natural". Ana María Matute, ganadora del Planeta en 1954 afirmó: "Lo más sobresaliente de él es cómo ha ayudado a los escritores españoles". También Mercedes Salisachs y Fernando Vizcaíno Casas destacaron ese aspecto del fallecido. Baltasar Porcel, que trabajó para Lara en los sesenta, dijo: "Tras la Guerra Civil, Destino consiguió relanzar la literatura en castellano y Planeta la popularizó". Francisco Umbral lo definió como "un hombre muy pendiente de sus negocios y que animaba a escribir".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2003