"Esa decisión debe tomarse en función del interés del niño, no de las parejas adoptantes, sean homosexuales o heterosexuales. Lo importante es que el niño pueda desarrollar plenamente su personalidad, ése es el criterio preferente".
"La Comunidad de Madrid, que yo presido, encargó hace meses un estudio al Colegio de Psicólogos para determinar si el hecho de crecer con dos progenitores homosexuales podía crear un perjuicio para el niño, y la conclusión de estos expertos fue que no, que no existía ningún problema. Aun así, ellos mismos nos pidieron que se realizase un estudio más amplio y que fuese toda la comunidad científica -terapeutas, psicólogos, sociólogos, etcétera- la que se pronuncie. Ese estudio se está realizando".
"Si finalmente la comunidad científica establece que no hay perjuicio para el niño, yo pediré que se autorice la adopción por parte de parejas homosexuales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2003