De entrada, quiero decir que por la profesión de mi marido podemos hacer uso de la sanidad privada.
Pero lo cierto es que cuando hemos tenido algo complicado siempre nos hemos ido a la pública, como recientemente, que me han operado en el Maternal de Virgen de Rocío de Sevilla.
Bien por todos los profesionales, por su atención, agrado y humanidad: doctores, enfermeros, personal de cocina y los que sirven las comidas, aparte de la buena calidad de éstas, se preocupan del apetito de los enfermos y el personal de limpieza (como Ángeles, que lleva 30 años).
A todos y cada uno de ellos. Bien y gracias. Y ojalá continuemos en Andalucía, así como en el resto de España si fuera posible, con una sanidad pública como es la nuestra que mejora día por día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003