Bastaría con aplicar la legislación vigente. Fumar es un acto libre, que no se debería permitir si alguna persona presente sintiera que su derecho a la salud se ve vulnerado. Pero hay que hacerlos desde la tolerancia, para que no se produzca una fractura social con una especie de persecución contra los fumadores: el respeto a la convivencia es fundamental, porque fumar es un acto involuntario para muchas personas que se han visto atrapadas por el tabaco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003