Las autoridades portuguesas informaron ayer que sobre el pescador Agustín García Cazorla, patrón del barco Ladrillo, con base en Isla Cristina (Huelva) -que el pasado día ocho fue apresado por pesca ilegal en la desembocadura del río Guadiana-, pesa también la acusación de llevar a bordo un perro de la raza rottweiler, que atacó ferozmente a los agentes de la Armada de Portugal que accedieron al pesquero. El animal mordió al menos a dos guardias, hasta que finalmente fue abatido a tiros, en medio de una gran trifulca entre policías y marineros en la cubierta del barco, indicaron las mismas fuentes. García Cazorla permanece internado en la prisión de Faro (Portugal). El resto de la tripulación regresó el mismo día 8 a Isla Cristina.
Las mismas fuentes explicaron que hay pescadores españoles que suelen navegar con perros especialmente adiestrados, a fin de evitar que nadie acceda al barco. El Ladrillo fue abordado, cuando navegaba entre Ayamonte (España) y Vila Real do Santo Antonio (Portugal), por una zodiac con siete militares portugueses. Agustín García Cazorla tuvo que ser atendido en un hospital portugués de las heridas sufridas en la pelea.
El Ayuntamiento de Isla Cristina (PA) aprobó ayer por unanimidad que Gobierno y Junta intercedan por la liberación de García Cazorla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003