Los dueños del caserío Unanue-Zar, incendiado el pasado 25 de marzo, han presentado una querella contra los bomberos y el Ayuntamiento de San Sebastián en la que reclaman un millón y medio de euros al entender que el siniestro fue el resultado de su "falta de medios" e "incompetencia profesional".
El caserío, situo en el barrio de Añorga de la capital guipuzcoana y considerado uno de los más antiguos de Guipúzcoa -databa del siglo XIII, si bien su estructura actual era del XV- fue arrasado por las llamas debido a una "imprudencia grave" resultado de "la incompetencia profesional de los bomberos, la falta de medios, la inexistencia de un plan de actuación, el mal estado de los hidrantes y la descoordinación de los servicios municipales", reza la denuncia.
El escrito, que será tramitado por la vía penal, apunta al Ayuntamiento como responsable subsidiario "de los daños causados por los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones" al ser los desperfectos "consecuencia directa de su actuación". Entre las irregularidades citadas por la familia propietaria, destaca el que una vez agotadas las reservas de agua de los dos camiones-cisterna que intentaban apagar el fuego, uno de ellos fue a repostar a un hidrante situado en el barrio de Amasorrain, aunque no pudo llenar el tanque por la falta de presión, lo que motivó que el incendio se reavivara.
Según el texto, otra cisterna "se perdió" en el recorrido al caserío. Por todo ello, la familia estima que los bomberos actuaron con "falta de coordinación" y califica de "chapucera", "caótica" e "incontrolada" toda la operación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003