El crítico y periodista Juan Antonio García Marcos (San Sebastián, 1947) ha recogido en su último libro, Historia de una inquietud (Editorial Txertoa), algunos de los desencuentros que protagonizó el escultor oriotarra Jorge Oteiza con otros artistas y sus notorias polémicas con las instituciones a lo largo de las tres últimas décadas.
El director de Txertoa, Luis Jiménez de Aberasturi, presentó ayer la obra, prologada por el escultor Ricardo Ugarte, como "un libro perfecto para adentrarse en la compleja personalidad de Oteiza", fallecido el pasado 9 de abril a los 94 años. García Marcos se ha sumergido en ella gracias a su archivo periodístico y a la amistad que mantuvo con el escultor, con el que presume de no haber reñido nunca, "quizá porque en los últimos tiempos me supe apartar de todo lo que le rodeaba".
A lo largo de 170 páginas, el crítico y periodista repasa pasajes de la vida de Oteiza desde 1974 hasta 2003. En este viaje, García Marcos recuerda que el escultor, poco amigo de los premios, no acudió a recoger el Príncipe de Asturias de las Artes, galardón que le fue concedido en 1988. Entre sus desencuentros con otros artistas figuran su enfrentamiento durante años con Eduardo Chillida o el que mantuvo con el también escultor Koldo Azpiazu.
Historia de una inquietud, que combina en sus páginas textos y fotografías, trata asimismo las disputas dentro de la Fundación Jorge Oteiza en torno a la gestión de los fondos donados por el escultor al pueblo navarro, parte de los cuales se exponen desde hace unos días en el museo abierto en Alzuza. El libro, sin embargo, no llega a abordar los últimos días del artista ni su muerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003