"La calle es de todos, no se puede prohibir"

La dificultad de compaginar el derecho al descanso de los vecinos con el derecho a divertirse de los jóvenes se ha convertido en uno de los principales debates municipales de Sevilla en el último mandato. Todos coinciden que de entre los efectos de la movida, el del botellón es el más nocivo para los que lo practican y el más molesto para los que lo sufren. El Ayuntamiento firmó un convenio con la Junta para poder sancionar la venta de alcohol después de las 22.00 horas en establecimientos no autorizados como primer paso para combartir este fenómeno, pero algunos vecinos piden medidas más drásticas. Los candidatos buscan soluciones intermedias.