Estados Unidos presentó ayer un nuevo borrador de resolución sobre Irak que incluye algunas concesiones a las críticas suscitadas por su primera propuesta, presentada el pasado viernes junto con Reino Unido y España. Washington espera que la resolución, que amplía ligeramente el papel de la ONU en la posguerra iraquí, pueda ser votada la semana próxima. Otros miembros estiman que no se decidirá nada antes de finales de mes.
El texto, al que tuvo acceso EL PAÍS, precisa que el Coordinador Especial de la ONU ayudará a "restablecer instituciones locales y nacionales de un gobierno representativo" iraquí e "informará regularmente al Consejo de Seguridad sobre sus actividades", una de las peticiones de Francia. La resolución no especifica, sin embargo lo que entiende por "ayudar" y sigue delegando en Naciones Unidas tareas esencialmente humanitarias y de infraestructura.
La nueva resolución también se hace eco de las preocupaciones sobre el control que ejercerá EE UU sobre el petróleo iraquí. Los ingresos procedentes de la venta de crudo irán a un Fondo de Asistencia, ahora rebautizado Fondo de Desarrollo, auditado por la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, elemento nuevo, por el Fondo Árabe para el Desarrollo Social y Económico, institución financiera de la que forman parte todos los países miembros de la Liga Árabe.
El nuevo texto sigue dando inmunidad temporal a los ingresos del petróleo ante cualquier tipo de reclamación que tenga que ver con la enorme deuda de Irak (unos 400.000 millones de dólares), pero especifica que el tema de la deuda será negociado "por los mecanismos internacionales apropiados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de mayo de 2003