La eliminación del polémico impuesto sanitario, que grava los carburantes como forma de financiar la sanidad pública, se ha convertido en una de las armas electorales que con más fuerza han blandido los partidos de izquierda a lo largo de la campaña para el 25M. Después de su entrada en vigor el pasado octubre, Madrid se convirtió en la primera y hasta ahora única comunidad que ha puesto en funcionamiento el tramo autonómico de esta ley. Este recargo impositivo permite a las comunidades gravar los hidrocarburos siempre y cuando dediquen lo recaudado a mejorar la sanidad de la región o el medio ambiente. Frente al "no" rotundo y sin ambages de PSOE e IU a la ley, Esperanza Aguirre, candidata del PP a la Comunidad, responde sucintamente que su política es siempre la reducción de impuestos.