Víctor Andresco es crítico literario, traductor del ruso y otras lenguas eslavas y un estudioso de la literatura de los países del Este de Europa. Seguramente por ello ha ideado para protagonizar este libro a un personaje con varios nombres de tal origen Pétar (o bien Petar), Laci o Dimitri, pero también, en buen castellano, Pedro, cuya vida alcanza todo el siglo XX y habla después de muerto. Se habla bastante de los años iniciales del siglo XX, de las convulsiones de la I Guerra y después de la Guerra Civil española y el exilio republicano en México, pero se llega también hasta los ordenadores y el módem. Personajes reales e imaginarios circulan por estas páginas, como salidos de un depósito que se abre de manera anárquica e indisciplinada.
LOS CLAVOS DEL CIELO
Víctor Andresco. Sial. Madrid, 2003. 144 páginas. 10 euros
Es difícil hincarle el diente a un libro tan desconcertante como éste. Carente de orden narrativo, contiene algunas anécdotas sugestivas, imágenes válidas, comentarios sobre diversos acontecimientos europeos del siglo, elogios a los conocimientos filológicos que son tan caros al autor, comentarios críticos, o sarcásticos, a profesiones como la de los creativos publicitarios y ataques a los medios de comunicación y a los intereses que se mueven en torno a las creaciones culturales.
"Si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos", se lee en un momento determinado, y darles martillazos a esos clavos en movimiento parece que es la misión del autor. Es, realmente, casi una misión imposible. El texto contiene numerosos juegos lingüísticos y citas literarias, a veces distorsionadas para poner en evidencia su oquedad o el mecanismo que mueve la literatura entera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de mayo de 2003