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Los socialistas franceses dudan sobre su programa

El 73º congreso del Partido Socialista francés se cerrará hoy, domingo, con la confirmación de François Hollande como primer secretario. Su línea política habrá sido aprobada por el 61% de los 129.000 militantes del PS y ratificada por los 4.150 delegados presentes en Dijon. Sobre el papel, su situación es óptima para poner otra vez en marcha el partido; sin embargo, los problemas de Hollande comienzan con sus aliados. Junto a él están Dominique Strauss-Kahn, Laurent Fabius, Bertrand Delanoë y Martine Aubry, un cuarteto que aspira a la candidatura a la presidencia de la República y que respaldan a Hollande siempre y cuando se adapte a un papel de portavoz, de rostro oficial del PS.

En Dijon, aunque todos los oradores han abordado la actual crisis social y criticado la reforma de las pensiones de jubilación emprendida por los conservadores, han sido los representantes del Nuevo PS los únicos en criticar la perplejidad de la izquierda ante la construcción europea. Arnaud Montebourg fue el ponente más ovacionado al proponer "normas sociales mínimas" para frenar una construcción europea "que desmantela los sistemas de solidaridad".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de mayo de 2003