El presidente de PricewaterhouseCoopers, Samuel DiPiazza, niega en una entrevista que la disolución de su competidor haya sido una oportunidad para crecer y asegura que todos los auditores han sufrido sus consecuencias. "Hoy es mucho más difícil para nosotros hacer nuestro trabajo", concluye el responsable de la mayor auditora del mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de mayo de 2003