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OPINIÓN DEL LECTOR

Animales en circos

La reciente noticia de que un tigre ha arrancado el brazo al empleado en un circo confirma, una vez más, que no se pueden mantener animales salvajes en cautiverio, y aún menos en las pésimas condiciones de vida que suelen implicar los circos.

Estos animales llevan una vida de constante sufrimiento, desde su transporte, alojamiento y alimentación, hasta su entrenamiento, y son forzados a realizar comportamientos totalmente contrarios a su naturaleza mediante sistemas violentos que les provocan sufrimiento físico y psíquico. Estos espectáculos, además, dan una imagen distorsionada de la realidad y muestran que dominar a los animales está bien. Ya no es aceptable que las personas se enriquezcan a costa del sufrimiento animal.

Es evidente que no puede haber animales salvajes en circos ya que, además, existe un riesgo para las personas que los tratan. No se puede esperar que se comporten como animales domésticos. Este desgraciado caso no es nada nuevo, ha ocurrido y seguirá ocurriendo mientras haya circos con animales, aunque afortunadamente esta historia no ha acabado con la muerte del animal, como es frecuente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003