El Real Madrid deambulaba por los primeros puestos de la Liga con cierta desidia. Había logrado cuatro puntos de los últimos 12 posibles. Hasta que el Juventus le bajó de las nubes. La necesidad del club de Florentino Pérez por ganar títulos resulta tan urgente que los jugadores se han marcado obsesivamente sumar una Liga más. Tras la victoria ante el Málaga y a falta de cuatro jornadas todo son cábalas y especulaciones. El más contundente fue Zidane: "Hay que ganar los cuatro partidos. Si no, se nos escapará la Liga".
En la plantilla del Madrid se trata de averiguar qué rival presenta más dificultades, si la Real o el Depor. "La Real, por la situación en la tabla; pero al Depor hay que tenerle siempre en cuenta", afirmó Morientes, en un alarde de diplomacia. "Con todo, creo que la Real pinchará, contra el Recreativo lo ha pasado mal", añadió el delantero, autor de dos goles. Por su parte, Zidane considera que la goleada al Málaga despeja el camino porque "ahora dependemos de un sólo equipo", comentó en alusión a los donostiarras. Y Salgado, para quien la victoria de ayer supone una reconciliación con la hinchada, sentenció: "Cualquiera de los tres".
"Todos tenemos el mismo grado de presión", subrayó Del Bosque, que añadió: "La Real no se va a entregar fácilmente y tendrá que soportar la misma responsabilidad que nosotros". El correctivo propinado por los turineses, cuando menos, reserva alguna ventaja, puestos a buscarla. "Ahora podemos preparar los partidos del fin de semana con más intensidad", explicó el preparador madridista. El próximo compromiso, frente al Valencia en Mestalla, ya arroja un grado de seriedad y concentración estimable. Al Madrid no le aguarda un calendario asequible. "Está claro: la incógnita se mantendrá hasta final de Liga".
Los cinco goles del Madrid al Málaga sirvieron, asimismo, para rubricar la reconciliación con la grada. Muchos tenían las garras afiladas para recriminar a Hierro, Figo o Roberto Carlos, principales damnificados de la eliminación europea. "La del Madrid es una afición con mayoría de edad. Estos años ha disfrutado de un gran juego y tras la eliminación no ha puesto el grito en el cielo. Ha visto contra el Málaga a un equipo dolido por la derrota en Turín y su reacción ha sido el apoyo", explicó Del Bosque, quien reconoció asimismo que el nivel de sus jugadores todavía debe mejorar.
El público del Bernabéu no pagó su consternación con ningún jugador. Ni Hierro, ni Figo, ni Flavio. Prefirió animar y aplaudir. Por si acaso, los blancos anotaron cinco goles. "Cuando ganamos, todos contentos", resumió Zidane.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003