"Que nadie se pierda la carrera de Alonso en Mónaco". Así habló ayer Mike Gascoygne, director técnico del equipo de ingenieros de Renault, tras una prueba decepcionante en su resultado final, pero esperanzadora en su desarrollo por cuanto Fernando Alonso, de no mediar una avería, habría estado cerca de los mejores. Y ello, en el escenario más rápido del Campeonato del Mundo, lo que perjudica a Renault, y en el que Schumacher dio la vuelta más rápida en una carrera de fórmula 1.
"Si no media nada raro, Schumacher puede ganar todos los grandes premios que quedan", declaró Alonso tras la prueba. Un Alonso tranquilo, sonriente a ratos, que se vio cerca del éxito, pero que tuvo que resignarse ante algo tan imprevisible como una rotura del motor. "Sé que, si no se hubiera producido, habría acabado el quinto", apuntó; "estaba haciendo una carrera espectacular, el coche iba bien y la táctica del equipo era la mejor. Pero hay que aceptar lo ocurrido y pensar en la siguiente cita".
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Y la siguiente cita tendrá lugar en Montecarlo, el 1 de junio; en un circuito mucho más lento que el de Austria. "Allí será otra historia", concluía Alonso antes de alejarse en helicóptero de un escenario que nunca le dio buenas vibraciones; "estoy fastidiado, pero no puedo pedir más a la temporada actual".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003