Los países miembros de la Unión Europea mantienen posiciones enfrentadas para la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) que el comisario Franz Fischler quiere aprobar el próximo mes de junio. Tanto la reunión informal de los ministros de Agricultura celebrada la pasada semana en Grecia, sin la presencia del responsable español, Miguel Arias Cañete, como los trabajos de los grupos llamados de alto nivel, no han servido para acercar posiciones.
En esta línea parece ya imposible que España pueda lograr la minoría de bloqueo que buscó en un primer momento Las organizaciones agrarias coinciden con la Administración en la no urgencia de aprobar esta reforma y la necesidad de esperar a ver los acuerdos que se adopten en septiembre en la Organización Mundial de Comercio sobre el recorte de las ayudas agrícolas en el mundo.
Las diferencias en relación con la propuesta comunitaria afectan tanto al fondo como a la forma y se concretan sobre todo en dos puntos. En la forma, se rechaza el calendario comunitario para su aprobación en junio. En las cuestiones de fondo se rechaza el desacoplamiento total de las ayudas que plantea Bruselas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003