Charlotte Rampling vuelve esplendorosa a Cannes en el filme de François Ozon Swimming pool, encarnando a Sarah, una escritora que, en una villa con piscina, seduce y se deja seducir por la joven hija de su editor y amante. "Lo que me gustó de Sarah es la identificación que siento hacia ella", contó ayer la actriz. "Me entrego a las cosas, me sumerjo completamente, y luego de un profundo proceso creativo, trato de dar lo mejor de mí. La fuerza y espesor del personaje radica en ello". "Me atraen los personajes con los que me implico psicológica y emocionalmente", agregó. "Si no encuentro papeles que me nutran y me sean cercanos, prefiero no hacerlos. Es verdad que esto me limita, pero ya no estoy en el cine para almacenar proyectos, sino para enriquecerme con ellos". Junto a ella, François Ozon, afirmó sonriente y complacido: "La película evoca precisamente el proceso creativo y cómo éste se proyecta en los personajes. Tal como hice en 8 mujeres, he disfrutado al profundizar en las figuras femeninas y en su complicidad, porque las mujeres son más complejas".
Sobre Elefante, Gun van Sant contó: "A diferencia de Michael Moore, que hizo un trabajo brillante, la intención no era retratar la realidad, ni analizar los efectos o las causas de la violencia, sino hacer reflexionar al espectador sobre los motivos que guían a los autores a cometer esta barbarie, con un trazo más poético".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003